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sábado, 11 de enero de 2014

Medelab: reflexión sobre innovación a través del arte


Nota escrita para Ruta en el marco de Medellinnovation Festival 





Escrito por: Lina María Arroyave el Viernes, 08 Noviembre 2013. Posted in noticias inicio, Ciencia y tecnología


En diferentes lugares de la ciudad, por estas semanas, se está reflexionando sobre educación, innovación social, participación ciudadana, gestión cultural, comunicación y el uso de tecnologías, pero utilizando el lenguaje creativo de las artes. 

Trece nodos descentralizados son los encargados de dialogar, experimentar y desarrollar iniciativas en diferentes escenarios creativos, con el objetivo de pensar la innovación y el desarrollo social en Medellín, alrededor de Medelab, una iniciativa de Ruta N, el Museo de Arte Moderno y Medellín Ciudad Inteligente en el marco de Medellinnovation Festival.


En el garaje de Casa 3 Patios, ubicada en el barrio Prado Centro, trabaja uno de los colectivos. Romper el prototipo que se tiene sobre la usabilidad de las cosas es uno de los ejes de Un loquer, pues lo que buscan es reinterpretar objetos a bajo costo.

Son aproximadamente 70 un loquers que aportan desde sus conocimientos en campos como la electrónica, el diseño gráfico, la música y la programación, en proyectos según sus intereses.

No trabajan direccionados al para qué sirven las cosas que construyen, según lo afirma Brolin, como se hace llamar Julián Giraldo, uno de los integrantes. Su motivación va dirigida al “cacharreo”, a darle sentido a objetos que se han desechado, y crear artefactos que funcionen por una semana, un mes, o que quizás no lo hagan. Según Giraldo, en Un loquer trabajan por diversión, pero también con la motivación de aportar al desarrollo de sus comunidades.

Respecto a la innovación, este colectivo tiene una visión distinta: “Muchas veces se asocia la innovación con el consumo. Nuestra apuesta es hacer cosas novedosas, innovadoras, que solucionen problemas optimizando la vida útil de aparatos que se volvieron obsoletos”, afirma Brolin, cuenta que buscan apropiar la tecnología de acuerdo al contexto, innovar desde la recursividad y conectar el mundo físico con el virtual.


En Un loquer no hay horarios, no hay límites de permanencia, no hay metodología de trabajo, solo existen las ganas de experimentar y crear a partir de necesidades, ya sean personales, grupales o de la comunidad.


No- visible, laboratorio invisible



Mientras tanto en Epicentro, un lugar de coworking en el que emprendedores y creativos tienen un espacio para meditar y producir ideas, se desarrolla un taller no-visible de experimentación con la escucha. Si bien el espacio donde se trabaja se puede ver, el objeto de reflexión es intangible.

¿Qué tan invisible es el sonido? es la pregunta central que concentra a los colectivos Series Media, Monofónicos y Eter. Miguel Isaza, uno de los participantes del taller, afirma que la respuesta a esta cuestión es difícil, ya que “estamos en un plano no sonoro, pues se escuchan los sonidos a partir de descripciones y conceptualizaciones de las referencias visuales. Entonces buscamos disolver esto y crear una realidad que solo sea sonora”.

El propósito de este laboratorio -según Isaza- es decirle a los asistentes que en el acto de escuchar no deben hacer nada, solo dejar que el sonido sea, es decir, que se detengan y escuchen lo que suena como un vínculo para posicionarse en la geografía desde lo misterioso, lo indescriptible y lo espiritual.

Miguel no cree que Colombia es un país tercermundista, al contrario considera que en la ciudad existen más dinámicas innovadoras que en otros lugares del mundo e incluso dentro del país. Para él, se innova para contribuir no solo a la cultura o a la creación de herramientas y nuevos espacios, sino en dinámicas como estos talleres, en los que se incluyen elementos inmateriales, espirituales y perceptivos como los sonidos.

“Es también innovar en los estados de conciencia, en las actitudes de la gente, los intereses espirituales, innovar en el individuo, en cómo se percibe la ciudad, cómo se relaciona con el entorno y cómo se reconoce”, añade Isaza.

En este taller participan estudiantes y profesionales de diferentes áreas del conocimiento. Lina Ruiz, estudiante de primer semestre de Producción de Televisión, pretende adelantarse y complementar sus estudios; Wilner Atehortúa, estudiante de sexto semestre de Comunicación Audiovisual, quiere explorar el sonido tanto por sus interese musicales como por su interés por el cine; por su parte, Laura Elena Zuluaga, arquitecta y máster en Diseño Urbano, vio en este taller la oportunidad de pasar de la teoría a la práctica en su investigación personal.

No-visible, entonces, no trabaja desde la cartografía sino desde el desprendimiento de las formas y contextos para cumplir su principal objetivo generar conciencia sonora y despertar los oídos.


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