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martes, 13 de agosto de 2013

Flores, bordados y diversidad

Publicado en Bitácora Revista Digital del pregrado en Comunicación Social
http://bitacora.eafit.edu.co/?p=8330


Productos hechos a mano de artesanos y expositores de diferentes partes del departamento, del país y del exterior hacen parte de la tercera versión de la Feria Internacional de Artesanías “De artesanos entre flores”, del Centro Comercial Premium Plaza.

Boyacá, Risaralda, Pasto, Montería, Chocó, Manizales, La Guajira y Antioquia, en entre otros, encabezan la lista de los departamentos participantes a nivel nacional, en tanto que algunos de los países visitantes son Pakistán, Perú, Turquía, India, Venezuela, Ecuador y Chile.

Los protagonistas son los hombres y mujeres que fabrican sus productos siguiendo la tradición de sus culturas y familia.

La pasión, el gusto y la necesidad son algunas de las razones por las cuales personas como Dario Marles, Ana Castañeda, Jhon Jairo Hernández, Diana Peña Wilches y su esposo Zaheerb Burney participan en ferias de artesanos alrededor del país.



Él es Darío Marles, tiene 24 años, es comerciante y productor artesanal de Cartago, Valle. Desde hace 18 años participa en ferias artesanales (Hecho a mano, Expotejidos, De Artesanos Entre Flores, ferias en el centro comercial Los Molinos, Carrefour, en el Parque de las Banderas, en Sabaneta, Villanueva, entre otras) con los productos que fabrican en su empresa familiar, “Martha, Bordados de Cartago”.

Su abuela fundó un taller de bordado a mano en el Valle del Cauca, sus hijos continuaron con el negocio y ya va en la tercera generación. “Amo este trabajo. Aprendí a bordar y no se me quebró la mano como mucha gente piensa”, afirmó Darío al hablar de su trabajo.



Ana Castañeda, de 18 años, viene de unos 788.75 kilómetros de distancia de Colombia. Ella hace parte de la comunidad indígena Embera de Ecuador.

Más que los productos que expone en su stand, es atractivo verla desde lejos con su traje y accesorios al lado de un niño. Trabaja acompañada de su sobrino de cinco años, Elián Isaac.

En su comunidad fabrican los telares a mano y recorre las ferias más grandes de Colombia, Venezuela y Ecuador junto a su hermana y su sobrino.




Con pocos sombreros en la mano, Jhon Jairo Herrera, de 44 años, empezó hace ya más de 13 años a negociar con ellos en la calle. En la actualidad no sostiene los sombreros en su mano, los expone en los stand de las ferias en las que participa a nivel nacional.

Aunque no es el oficio que le apasiona lo hace para, en palabras de él, ganarse la comida: “No es que me encante, es un modo de subsistir”.



Dulces Meves es una empresa familiar manizaleña que inició como marca hace siete años con la receta de doña Doralba Vera, madre de Jhon Jairo Hernández, quien junto a sus cuatro hermanos se dedican a vender su fórmula por diferentes partes del país.

Solo Jhon Jairo viaja a mostrar su producto en las ferias, que no le agrada mucho, pero según él, “toca”. Sus productos oscilan entre los 4.500 y los 9.500 pesos.




Entre los “antojitos”, los instrumentos musicales, las manualidades, las decoraciones, las flores, la gente… hay una mujer con un turbante en su cabeza que sin querer llama la atención. Ella es Diana Peña Wilches, de 34 años, y su esposo Zaheerb Burney, de 49. Ella de Bogotá y él de Pakistán, venden ropa oriental.

Se conocieron en una mezquita de Bogotá donde se reúnen los musulmanes, seguidores de la fe islámica, y desde hace dos años son esposos.

Diana, en búsqueda de Dios, llegó a ese lugar ocho años antes de conocer a su esposo. Allí encontró lo que buscaba, a Dios de otra manera y un respeto a la mujer que, según ella, hoy no encuentra en ningún otro lugar: “Como yo visto los hombres no me morbosean. Hoy en día las mujeres no se valoran”.

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